AFP
Único candidato en liza, el indoestadounidense Ajay Banga fue elegido este miércoles presidente del Banco Mundial, anunció el consejo de administración de la entidad.
Dirigente de empresas de 63 años y postulado por Estados Unidos, ha dicho reiteradamente que quiere priorizar la financiación de la lucha contra el calentamiento global y la reforma del Banco Mundial (BM).
Asumirá el 2 de junio para un mandato de 5 años, dijo el BM.
Tradicionalmente, el responsable del BM es nominado por Estados Unidos desde los acuerdos de Bretton Woods de 1944 que dieron forma a las entidades financieras mundiales.
Pero esa hegemonía de Washington en la conducción del BM es muy cuestionada, en particular por países emergentes como Brasil, China, India y Rusia, que desde hace varios años desean reforzar su lugar en las instituciones financieras.
La decisión de Estados Unidos de nombrar a Banga, nacido y criado en India, no es anodina cuando Washington trata de acercarse a India para contrarrestar la influencia china en la región.
Una vez postulado, Ajay Banga buscó el apoyo de la mayor cantidad de países, especialmente emergentes y en desarrollo.
Gracias a ello, fue respaldado por su país, Sudáfrica y Kenia, entre otros. También fue apoyado por varios países francófonos, dijo el mes pasado Abdul Salam Bello, administrador del BM que representa a 23 naciones africanas.
La experiencia de Ajay Banga «es vista como algo esencial, al igual que su conocimiento del sector privado y de las asociaciones público-privadas, que son fundamentales en el marco del Banco Mundial», dijo a fines de marzo un funcionario del Tesoro de Estados Unidos.
«Su experiencia será muy importante para ayudar al BM a fortalecer la movilización del sector privado. En nuestra conversación habló de soluciones prácticas muy interesantes para reforzar la participación privada», añadió Bello.
«Cuando se sabe que puedes necesitar financiación, es difícil no apoyar al candidato que salga elegido», declaró a la AFP un ministro africano presente en Washington durante las reuniones del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a principios de abril.
Cuando más de 60 países pobres y emergentes están al borde de una crisis de la deuda o afectados por ella, la financiación de ambas instituciones es aún más esencial para evitar el colapso de economías.
Y más aún cuando las altas tasas de interés de los principales bancos centrales afectan el acceso de estos países a la financiación, aumentan los costos y complican la situación presupuestaria de esas naciones.
Empero, lo que puede ser más difícil para Ajay Banga son dos temas complejos y vinculados: la reforma de las instituciones financieras internacionales, empezando por el propio BM, y el aumento de la financiación para la lucha contra el calentamiento global.
Las necesidades son grandes, ha señalado el FMI en varias ocasiones: se requerirá al menos 1 billón de dólares anuales durante los próximos años para ayudar a los países emergentes y en desarrollo a enfrentar la situación.
En reciente reuniones, los principales contribuyentes del BM acordaron aumentar su financiación en 50,000 millones de dólares en los próximos diez años. El esfuerzo parece insuficiente ante las acuciantes necesidades y Ajay Banga no ha ocultado su deseo de sumar al sector privado.
«No hay dinero suficiente, ni en los bancos multilaterales de desarrollo, ni en los principales gobiernos del mundo desarrollado, ni en la sociedad civil, ni siquiera con intenciones filantrópicas», remarcó a principios de marzo.
Banga prevé replantear la financiación de proyectos para así ofrecer más incentivos al sector privado. Ahora tendrá la oportunidad de pasar de la teoría a la práctica.
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