28 de abril de 2025
El derrame de 400 mil litros de sustancias tóxicas en el arroyo La Talaverna ha provocado una ola de indignación que ahora suma a legisladores y autoridades municipales a la exigencia de sanciones ejemplares y el cierre inmediato de la empresa Ternium.
El alcalde de San Nicolás, Daniel Carrillo, criticó duramente la falta de acción estatal y pidió que se garantice el derecho de la población a vivir en un entorno sano. “Las autoridades deben dejar de simular y cumplir el compromiso de cerrar la empresa para proteger la salud pública”, manifestó.
El incidente ocurrió el pasado 18 de abril, cuando una fuga de cloruro ferroso y agua ácida proveniente de la planta de Ternium, ubicada en los límites de Monterrey y San Nicolás, afectó 11 kilómetros de ecosistemas naturales, impactando a los municipios de San Nicolás, Apodaca, Pesquería y Guadalupe.
Desde el Congreso local, la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Claudia Chapa, señaló que las multas económicas impuestas no corresponden a la gravedad del daño ambiental ni a los riesgos a la salud humana. “Estas sanciones son irrisorias frente a los ingresos millonarios de la empresa”, expresó.
Por su parte, la bancada de Movimiento Ciudadano advirtió que este caso debe sentar un precedente en Nuevo León. La vicecoordinadora Sandra Pámanes subrayó que, al igual que ocurrió con Zinc Nacional, se debe exigir a Ternium la reubicación de su planta para garantizar la seguridad ambiental y sanitaria de la región.
Autoridades y legisladores coincidieron en que la débil legislación ambiental actual debe fortalecerse para evitar que desastres como este sigan ocurriendo en el estado.
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