Autoridades federales y del estado de Chihuahua identificaron como uno de los presuntos autores materiales del homicidio de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, a José Noriel Portillo Gil, El Chueco, jefe de una célula de sicarios y traficantes de droga al servicio de Los Salazar, un grupo delictivo que forma parte del Cártel de Sinaloa.
Información gubernamental refiere que Portillo Gil controla varias regiones del estado de Chihuahua y que existe una orden de aprehensión en su contra por el secuestro y homicidio del profesor Patrik Braxton Andrews de origen estadounidense, quien fue privado de la libertad cuando realizaba un viaje a la zona de Barrancas del Cobre y la Sierra Tarahumara en octubre de 2018.
En el caso de El Chueco, datos de inteligencia refieren que en su grupo de sicarios participan algunos de sus familiares y controlan algunas plazas como ocurre con la comunidad de Tubares.
Su grupo es responsable del tráfico de droga, recolección y distribución de enervantes a la zona occidente del estado de Chihuahua, y a Noriel Portillo es considerado uno de los principales generadores de violencia en la región de la sierra chihuahuense.
Opera en las comunidades de Tubares, Mesa de Arturo, Cieneguita de Trejo, Bahuichivo, Cerocahui y San Rafael y cabecera municipal de Urique, Chihuahua.
De acuerdo con información obtenida de autoridades locales, la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua trabaja en la integración de la carpeta de investigación relacionada con el homicidio de los sacerdotes jesuitas y con ello se busca obtener la correspondiente orden de captura.
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