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Se titula como abogada a los cien años de edad

Se graduó como abogada en 1961, pero por diferentes motivos Julia Teresa Zamarrón Segovia no realizó el trámite de su título de licenciatura. En el inicio de este año 2022 decidió obtener este importante documento, en la víspera de su 101 cumpleaños.

A sus 100 años de edad, la maestra Julia Teresa Zamarrón Segovia inició el trámite de su título de Licenciada en Ciencias Jurídicas por la Universidad Autónoma de Nuevo León y recibió este importante documento de manos del Rector Santos Guzmán López el 16 de mayo en el Departamento de Escolar y Archivo.

Y así como lo hacen los egresados al recibir su título universitario, la normalista y abogada -quien el próximo 19 de junio cumplirá un año más de vida- se tomó la fotografía con las banderas institucionales, acompañada de sus familiares y amistades.

Zamarrón Segovia es egresada de la Escuela Normal “Miguel F. Martínez” (1944-1947) y terminó estudios en la Facultad de Derecho y Criminología en 1961; durante 65 años de su vida se dedicó a la docencia; sin embargo, este año decidió obtener su título de licenciatura, ya con un siglo de vida.

El proceso de titulación incluyó la realización del acto de protocolo que realiza todo estudiante al egresar; en su caso, se efectuó el 26 de marzo pasado en las instalaciones de la Facultad de Derecho y Criminología, dependencia que dirige Óscar Lugo Serrato.

Sueño universitario

“Siempre estuve deseando abrazarlo, como lo estoy abrazando ahorita, y no por el artículo que tengo, sino por la necesidad de abrazarlo, porque fue el término de mi estudio como abogada”, compartió Julia Teresa Zamarrón al Rector Santos Guzmán López, luego de recibir su título.

La acompañaron en este acto su hermana Issa Nelly, su cuñado Rubén Navarro, su sobrino Joel Zamarrón y su enfermera Sara Martínez, así como la maestra de la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL), Nora Berumen, quien fue su alumna de secundaria y la apoyó en el trámite de su titulación, seis décadas después de concluir su formación universitaria.

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“Estamos hoy aquí para entregarle este documento que solo usted sabe qué tanto le costó obtenerlo, el esfuerzo que implicó. Para nosotros es un ejemplo y un estímulo, gracias de verdad por hacer el esfuerzo y hacer posible esto, y que podamos darlo a conocer, para esto no hay edad”, pronunció el Rector Santos Guzmán López.

Conmovida la egresada de la UANL, confesó que ha sido afortunada de coincidir con las personas adecuadas para alcanzar un sueño anhelado por mucho tiempo.

“No tienen ni siquiera una idea de lo que es para mí, a esta edad, tener la gracia para obtener este título. No tiene precio y menos las manos, la inteligencia, la bondad y la piedad de pura gente escogida para hacer bondad es que ya tengo este documento”, continuó.

Guzmán López reiteró lo dicho por Julia Teresa Zamarrón, “no tiene precio y estoy de acuerdo con usted. Lo que soy se lo debo a la Universidad y lo que podamos hacer por apoyar este esfuerzo lo hacemos, gracias por estar con nosotros”, señaló.

En entrevista, la maestra Julia Teresa Zamarrón compartió que aprendió a leer y a escribir a muy corta edad; y que su padre fue el primer maestro en la familia.

“Cuando fui niña me enseñaron a leer y escribir por un accidente a los 3 años, desde entonces leo y escribo. Conservo los libros con los que me enseñó mi padre, que él fue el originario maestro, y desde entonces leo. Él hubiera querido, así como uno de mis hermanos, hacer un libro, pero yo no quise que hicieran un libro. Ahora me pesa no haberlo hecho”, mencionó.

Cursó estudios de secretariado y entre sus actividades iniciales se desempeñó como archivista en alguna oficina de la Ciudad de México; sin embargo, su padre la exhortó a formarse como maestra normalista, como fue su caso y el de una de sus hermanas mayores.

Al terminar sus estudios en la Escuela Normal “Miguel F. Martínez”, ingresó a la UANL como alumna de la Preparatoria 3 (Nocturna). Cuando concluyó el bachillerato, cursó la licenciatura en Ciencias Jurídicas, en una época en donde el plantel se ubicaba fuera de Ciudad Universitaria.

“No alcanzaba a reírme de cuando vine (a Ciudad Universitaria) porque nos cambiamos aquí a tercer año y estaba sin terminar. Me deben todos los tacones de zapatos porque en la mañana una zanja. Y salíamos y ya no estaba esa zanja; allá había dos y el lodazal; siempre anduve de zapatos de tacón, pues ya no servían los tacones”, compartió la anécdota.

Para concluir, la abogada titulada compartió un consejo para quienes aún están estudiando en la UANL.

“No hay nada fuera del no participar en el conocimiento, ¿de qué? Del mundo en que van a vivir. El mundo del futuro es tan amplio como el mundo en el que yo viví; todo a su tiempo. ¿Distinto? Sí, ¿novedades? Muchísimas. ¿Logros? Enormes. Entonces pues a gozar, a estudiar, no hay de otra. Sentados no vamos a hacer nada, si no es viviendo”, dijo conmovida.

Calidad en el manejo de la información

Es importante destacar que la Dirección del Departamento de Escolar y Archivo, que encabeza el ingeniero Lázaro Vargas Guerra, fue la dependencia que dio seguimiento a la tramitación del título; una instancia de la UANL que está certificada por su calidad y que en la actualidad maneja poco más de dos millones de documentos en sus bases de datos.

Este título pone en evidencia el cuidado en el manejo de la información de los universitarios en esta dirección, que ha sido reconocida por el blindaje que tienen de los formatos y contenidos de la documentación que emite, así como por el sistema de gestión de la calidad que la ha hecho merecedora de premios nacionales.

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